A principios de siglo XX ya había en la playa algunas instalaciones como Titus, o el Club Natació Badalona, se puso de moda la costumbre de ir a tomar baños de mar, en 1929 Joaquim Blanch instaló en la playa una caseta de madera para que los bañistas se pudieran cambiar.
En 1962 Joaquim Blanch con su sobrino Quimet Fonollà levantan el edificio que hoy conocemos. El nombre le viene de una habanera que cantaban los amigos de Quimet “A la voreta del mar hi ha una donzella”. El logo es la una sirena soplando una caracola.
En los años 60 aparte de restaurante había una sala de fiestas donde se podía disfrutar de conciertos de algunos grupos de moda, más tarde se convirtió en discoteca, actualmente funciona como restaurante.
Las casetas de un metro cuadrado en la actualidad siguen funcionando sus dueños han intentado que no pierdan la esencia de entonces, se pueden alquilar por temporada o todo el año.
Es uno de los pocos establecimientos que han conseguido mantenerse en la playa.
Fuentes
Donzella.cat