Fragmento extraído de un artículo de la Vanguardia del 7 de Abril de 1966 y escrito por José María Cuyás Tolosa.
A principios del siglo XVII contaba Badalona con unas 130 casas en el interior de la villa y unos 800 habitantes, siendo sus calles principales la de Dalt, conocida también por la “Mongia”; la plaza pública (hoy de la Constitución), calle del Rech (en la actualidad Fluvià);”Devallada Carcenya” (ahora costa del Mecu) y camino de Barcelona.
La severa torre-fortaleza, de la poderosa familia Santcliment, y la antigua iglesia parroquial de Santa María, presidían el conjunto de viejas y modestas casas del barrio de la Sagrera (Dalt la Vila). Arenales desde el Camino Real (Francesc Layret) hasta el mar y bellas quintas en su campiña pertenecientes a linajudas de la vecina capital. Sus montes, poblados de espesos bosques, proporcionaban abundante caza a los “villanos” y potentados.
Esta fue la Badalona que vio nacer a la procesión del Jueves Santo.
En el manuscrito que se conserva en la biblioteca Colombiana de Sevilla, escrito a mediados del siglo XV, titulado “Practiques e Costumes de la Rectoria de Badalona”, se lee que en los días Santos sólo se celebraba el viernes “una missa, la major”.
Hasta el año 1628 no tomó cuerpo la procesión de “misterios” del Jueves Santo, como se desprende en un documento que existía en el destruido archivo de Santa María., cuyo encabezamiento decía:”Comissió per benehir los misteris de la Passió per la professó de Badalona y 40 días de perdó resant un parenostre”.
Repasando el libro de la Congregación de los Dolores” nos enteramos que en 1724 adquirió dicha Congregación “7 sivillas”, que habían de llevarlas “homens de bona fama y costa” , y, en 1725, que los Congregantes acompañaban a su “paso” vestidos con “vestes ab lo modo acostumat”. Es interesante consignar que en la citada anualidad los Administradores de las repetida Congregación impusieron como condición a los obreros de la parroquia que “tinguessen dos arregladors per conducir lo restant de la professó”, lo que da a entender que aquella no tendría mucha “longitud”.
Otra curiosa efemérides es la del año 1732, que no pudo celebrarse el desfile procesional debido a la “gran costel·lació de cadarns”.
A raiz de la instauración de la República en 1931, la centenaria procesión del Jueves Santo dejó de celebrarse hasta que, en 1939, terminada nuestra guerra, volvió a recorrer nuestras calles la procesión de “Misterios”. En 1940, don Juan Famadas y el firmante estructuraron y pusieron al día el antiguo y sentido desfile religioso, dando cabida en él a los gremios y sindicatos locales y nombrando comisiones de vecinos para que iluminaran adecuadamente las vías de tránsito. El éxito fue rotundo y completo. La procesión tardó hora y media en desfilar. El contingente de badaloneses y vecinos de la capital y pueblos de la comarca rebasó los cincuenta mil. Dicha anualidad significó una nueva y magnifica etapa de partida para la procesión del Jueves Santo que posteriormente, el activo Patronato que cuida y atiende su organización ha mantenido e intensificado, colocándola a nivel envidiable entre los desfiles religiosos que en aquella impresionante noche se celebran en Cataluña.
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En el año 1974 se suspende y no vuelve a salir hasta 1987 gracias a la Iglesia de Santa María.
El año pasado estuvo a punto de no salir por problemas económicos, pero gracias a un grupo de ciudadanos la procesión sigue adelante.
Este año 2012 la Procesión del Silencio celebra los 375 años de historia y 25 de su recuperación.
Yo viví en Badalona del 72 al 81, mis hijos nacieron aquí, hoy estamos aquí y hemos visto la procesión, me ha gustado mucho. Espero que pueda seguir sin problemas.
ResponderEliminarYo viví en Badalona del 72 al 81, mis hijos nacieron aquí, hoy estamos aquí y hemos visto la procesión, me ha gustado mucho. Espero que pueda seguir sin problemas.
ResponderEliminarPreciosa, no costaleros, pero el coro que iba al final, y las niñas delante de cada paso, muy bien.
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