Una de las primeras casa del barrio es la “casa dels Pins” (1934) situada en la Av de Llenguadoc 27, en 1972 pasó a ser el colegio.
La zona pertenecía a la masía de Can Potons en el barrio de Canyet .
A mediados de los años 50 Joan Morralla i Sala compro una parte de la zona que más tarde vendió a Joan Guilera i Molas y la empresa SA Explotaciones Torreblanca la parceló para ponerla a la venta.
Se le llamó urbanización Bonavista por la buena panorámica que había desde la zona, al principio se le conoció como “urbanización Moralla”.
Pretendían hacer casas con jardín propio y así fueron las primeras que se construyeron en la Av. Ros i Güell.
La rápida llegada de personas de otras ciudades hizo que la venta de parcelas se acelerara y la autoconstrucción que las casas no fuera la esperada hasta años más tarde que se pudieron mejorar.
Después, el 1982, se aprobó el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de Bonavista, que puso fin a la situación de deficiencia del barrio.