La primera refinería de azúcar de Catalunya se instaló en 1865 fue
Roget-Fontrodona i Castelló en la calle Industria esquina Av. Sant
Ignasi de Loiola.
Era un gran edificio de 50 m. de fachada y
cinco pisos de alto, dentro de una superficie de 8.000 m2 de los que
2160 estaban construidos.
Producía azúcar refinado a partir de jarabe de caña llamado goucho o azúcares mascabados importado de las Antillas.
La factoría producía 9.000 kg al día de azúcar refinado, la merma sobre el azúcar sucio era de un 25% que se aprovechaba para hacer azúcar de menos categoría y bebidas alcohólicas de baja graduación.
En 1870 la empresa pasa a ser Fontrodona y Castelló, al año siguiente el rey Amadeo I visita la fábrica y le concede a Jaume Fontrodona la orden de Carlos III. Ese mismo año estuvieron en la Exposición de Barcelona.
Debido a los altos aranceles y la refinación del azúcar en los países de origen, la empresa está destinada al cierre. Después de 10 años parada, un grupo valenciano “ Trénor y Compañía” vuelve a poner la fábrica en marcha en 1883 con el nombre “Refinería colonial de Badalona” el sucre para los vecinos de Badalona.
Estuvo en funcionamiento hasta 1903.
En 1915 el edificio se destina a la Escola de Arts i oficis del Ateneu Obrer, en 1930 se derribaron las dos naves principales y en las que quedaron más tarde se instaló “Cristalería Sant Miquel”.
Actualmente en ese mismo espacio está la plaza Ernest Lluc donde está la chimenea de la cristalería San Miguel.
Fuentes https://core.ac.uk/download/pdf/39100651.pdf
Enciclopedia.cat
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