Es una tradición en fechas navideñas de la que no se sabe bien la fecha de su comienzo. Un tronco quemado, la luz y el calor del fuego era el mejor regalo que se podía recibir en las frías noches de diciembre.
Más adelante la luz y el calor se fueron transformando en dulces y turrones hasta la actualidad, ahora deja regalos más grandes, hoy día se ha convertido en una fiesta infantil.
El día de Santa Lucía la familia sale en busca del “Tió” que ahora ya tiene ojos nariz, boca, y barretina, se tapa con una manta para que no pase frío y los niños tienen que ir alimentándolo hasta el día 24 por la noche o 25 al mediodía, que a golpe de bastón se le canta...
Caga
tió, avellanes i torró
no
caguis arengades,
que
són massa salades,
caga
torrons, que són més bons
Caga,
tió
ametlles
i torró
si
no vols cagar
et
donaré un cop de bastó
Caga,
tió!
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