El dulce que nosotros conocemos como Tornemi en otros lugares se le llama chucho, aunque no está hecho de la misma manera.
Cuenta la historia popular que en la calle Canonge Baranera, 84 (carrer d’en Cueta) había en 1890 una pastelería de una familia que llegó de Girona, conocida como “Can Torenmi”, en los años 40 del siglo pasado pasó a la familia Dalmau y en 1965 a la familia Batuecas.
Se cree que
hacían los tornemis tan buenos que todo el mundo quería repetir, y
su clientela decía “Tornem-hi a comprar-ne un altre” y de
aquí viene el nombre de Tornemi.
Batuecas cerró en 1999 pero
el nombre de Tornemi se ha quedado en el vocabulario Badaloní.
Aunque a simple vista chucho y tornemi parezcan lo mismo, no lo es, el tornemi se hace con masa de briox, se envuelve sobre una caña, se deja fermentar y se fríe. Se retira la caña, se rellena de crema y se reboza con azúcar, dejando ver la crema por las puntas.
El chucho es masa de croissant, en un rectángulo se le pone la crema cerrando las puntas quedando la crema dentro, se fermenta, se fríe y se reboza en azúcar.
Fuente:
“histories de paraules, vocabulari i fraseologia de Badalona” de Josep Estruch Traité
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