El brote de 1854 en Catalunya se inició en un barco procedente de Marsella que llegó en el mes de julio a Barcelona, donde murieron seis mil personas hasta octubre.
Al poco tiempo y por la carretera Real, hoy Francesc Layret, empiezan a aparecer caravanas de personas procedentes de Barcelona huyendo de la epidemia a zonas limpias, pero a su paso dejaron la enfermedad en Badalona.
En aquel momento las personas que dirigían la población eran, el alcalde Onofre Bachs, el primer teniente alcalde Josep amigó, y el reverendo de Santa María, Raimon Ferrer. El cuerpo médico lo formaban tres médicos y tres farmacéuticos.
A primeros de agosto de 1854 aparece la epidemia en Badalona, y el día 15 se enterraban 9 víctimas del cólera. La epidemia iba avanzando y el 28 del mismo mes se enterraban 18 personas por la enfermedad.
Los vecinos estaban aterrados y el cuerpo médico hacia lo que podía, pero dos de sus médicos Domènech Planas y Sebastià Manich murieron víctimas del cólera.
A mediados de septiembre, la corporación Municipal y el pueblo decidieron sacar en procesión la imagen de Sant Sebastià, detrás iban las autoridades municipales y la comitiva, iban rezando en voz alta.
El alcalde formuló a Sant Sebastià un sentido “voto del pueblo” si los libraba de la peste, Badalona lo honraría cada año en día de su festividad con extraordinarios cultos religiosos.
Una semana después de la ceremonia la epidemia desaparece habiéndose llevado 300 víctimas.
En el barrio de Dalt de la Vila hay una urna con su imagen en la calle con su nombre.
Fuente: libro Història de Balona volumen VII de Josep Mª Cuyàs Toloa
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